Desentrenamiento en natación

Desentrenamiento en natación

Un reciente estudio llegó a la conclusión que después de cuatro semanas de interrupción del entrenamiento en la piscina puede afectar el rendimiento de la natación al comienzo de la siguiente temporada de entrenamiento en nadadores de grupos de edad, subrayando la importancia de mantener los niveles de condición física durante la temporada baja.

El estudio determinó que el rendimiento en la prueba de 400 m de nadadores de competición de 14 a 15 años se vio afectado en ~ 3,8% después de cuatro semanas de interrupción del entrenamiento.

Varios estudios llegaron a la conclusión que 4 semanas de descanso para nadadores élite provocaba una disminución del 50% de la capacidad oxidativa del músculo esquelético (biopsia del músculo deltoides) durante la primera semana de descanso, pero se mantuvo similar durante las

semanas siguientes, mientras que el glucógeno muscular se reducía gradualmente. A su vez también encontraron una disminución en la capacidad respiratoria del músculo y una disminución del sistema de transporte de oxígeno.

Otro estudio en nadadores élite investigó las consecuencias de realizar un descanso de 4 semanas disminuyendo las sesiones de entrenamiento a sólo tres por semana y rebajando la carga de entrenamiento un 30% aprox. La investigación llegó a la conclusión que el estímulo no fue

suficiente para preservar la potencia aeróbica (V̇O2max). Sin embargo, la fuerza muscular no se vio afectada pero sí la potencia (sistema de banco de natación biocinético) en ambos casos (reducción o cese del entrenamiento). A pesar de eso, las deficiencias en el rendimiento fueron notablemente menores.

El desentrenamiento de 2 meses en nadadores de élite provocó un aumento de peso corporal (4.8 kg) y el aumento de grasa corporal (~ 4 kg de masa grasa).

La conclusión final a la que llegaron los diferentes estudios fue que los nadadores de grupos de edad deben ser físicamente activos cuando disfrutan de la temporada baja, alternando principalmente actividades moderadas y vigorosas. Por ejemplo, los ergómetros de natación e incluso correr o andar en bicicleta para acondicionamiento aeróbico, y entrenamientos en tierra firme (entrenamiento cruzado o ejercicios basados en el gimnasio) serían útiles para minimizar las deficiencias en el rendimiento de la natación durante la transición a la siguiente temporada competitiva.

Estos estudios hablan desde un punto de vista fisiológico, ¿pero qué hay del aspecto psicológico?. Mi opinión es que no desconectar unas semanas de deporte puede ser bastante más peligroso que el perder condición física para la siguiente temporada. ¿Tú qué opinas?.

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